jueves, 28 de enero de 2016

CAPITULO I. "Calles Amargas"



Lucía Carrère.... Aún no ha salido el sol, tan solo despunta el alba con sus rojizas luces en el horizonte lejano, apenas hay nubes en el cielo, aún se pueden contar las estrellas de la noche anterior que siguen iluminadas en el cielo, y que ahora cambian levemente de color.
Sopla el viento furioso por las añejas calles de la ciudad, por el barrio viejo, donde las casas cuentan historias a aquel viajero que tenga tiempo de escuchar.

Las ramas de los árboles se agitan con fuerza a su paso, parece que puedan romperse, sus hojas se rozan a gran velocidad y el sonido hace eco por las paredes desnudas de los inmemoriales edificios, de glorias pasadas ahora olvidadas. Palacios de piedra y mármol, iglesias inacabadas, serenas e implacables a lo largo del tiempo, techumbres de madera podrida que crujen al sentir al viento, tejas roñosas y viejas cubren los tejados,.. La vieja ciudad pervive dormida en el tiempo.....

El viento recorre sus calles, delirante en su camino, quiere atravesar la ciudad de punta a punta llevando su mensaje. La ciudad dormida en su ajetreo no atiende a sus plegarias. Lástima que nadie quiera detenerse un momento a escuchar, lástima que nadie tenga un minuto para él. Quizás por ello se enfurece cada vez más, nadie se para a escuchar su vieja canción olvidada, silba por los recovecos de aquella ciudad que parece desierta, pero nada más lejos de la realidad, millones de personas recorren sus calles cada día, cada noche,.. Pero tan solo las recorren, un río de gente que no tiene tiempo, ni siquiera para pararse a pensar.


El viento enfurecido termina perdiéndose por las calles, calles empedradas y viejas, que han visto pasar la historia, que recuerdan y odian sus glorias, calles amargas manchadas de sangre, calles felices llenas de victorias, y  en algún lugar perdido que nadie conoce, en algún callejón olvidado,.. Allí su canción calla,  nada se oye; la ciudad queda de nuevo en silencio....