martes, 6 de diciembre de 2011

CARPE DIEM

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El sol ilumina las viejas calles empedradas de la ciudad, vacías, solitarias, hacia horas que había amanecido, pero él aun no se había acostado, llevaba horas deambulando, sin pensar, perdido en si mismo, dándole vueltas siempre a la misma historia,… Ella ya no estaba, se había marchado, seguramente no la volvería a ver, sin un adiós, sin ninguna explicación, parecía haberse esfumado,..Aunque el sol brillaba, él tan solo veía sombras.

¿Que haría sin ella? sin su sonrisa, su dulzura,...¿Seria capaz de seguir?

Andaba sin rumbo fijo, al llegar a la plaza, encontró a unos niños jugando alegres, sin preocupaciones, sin tristeza, ajenos al mundo que les rodea,..
Entonces se dio cuenta que de nada sirve lamentase, el pasado no volverá, y del futuro no sabemos nada.